Nueva Reseña Macgregoriana: Escritores de Salvador Gutiérrez Solís
02/01/2012 por josephbmacgregor
OPINIÓN DE JOSEPH B MACGREGOR
El orden de la Memoria de Salvador Gutiérrez Solís es sin duda una de las cinco novelas que más me impactaron en los tres últimos años. Por eso, acometí la lectura de Escritores, su último libro de relatos, con muchas ganas y sobre todo con gran curiosidad. La experiencia aunque no ha sido tan impactante como con la citada novela si que ha resultado de lo más gratificante ya que las historias me han parecido bastante divertidas y en general el libro es entretenido y se lee muy bien.
Escritores recoge diecisiete historias protagonizadas por una serie variopintos y peculiares personajes, que se nos aparecen todos con una clara vocación de perdedor, pero que encuentran precisamente en la creación literaria una forma de superar su falta de talento o como una opción a sus vocación frustrada. En realidad, la mayoría son unos caraduras, unos farsantes o unos oportunistas y de alguna forma Gutiérrez Solís a través de ellos nos describe el lado oscuro del oficio de escritor, de las editoriales o de los concursos literarios. Y en muchas ocasiones, la conclusión que uno puede sacar de todo esto es que no todo el que escribe y publica un libro tiene porque ser llamado escritor, ni tampoco el que gana un premio o el que consigue tener un gran éxito de ventas. Algunos de los protagonistas de los relatos acceden a la creación literaria por casualidad copiando libros que han leído o sin tener un gran bagaje cultural o literario. En otros casos, la literatura aparece como solución a un fracaso laboral o sentimental y otros encuentran en la feria de vanidades del mundo editorial o los premios literarios un medio para beneficiarse económicamente. La radiografía, en ese sentido, es bastante completa.
En cuanto a la estructura narrativa de los cuentos, Gutiérrez Solís no opta por un único estilo o modo de contar sus historias sino que a cada una le da la forma más adecuada, mezclando géneros o el relato breve con el microrelato. Hay cuentos puramente humorísticos, otros más sentimentales, unos que adoptan el tono del thriller a lo Tarantino y algunos son algo más poéticos. Sin embargo, todos están unidos por un doble tronco común: por un lado, el tema (autores) y por otro, la aparición de algunos personajes en varios relatos, bien como protagonistas o bien como meras comparsas o personajes secundarios. De igual modo, algunos escenarios (el típico café para intelectuales de pro) se repiten en varios textos. De esta forma, el autor busca dar una cierta unidad novelística a las narraciones y sobre todo que no se pierda la visión de conjunto.
Sin embargo, nada de lo anterior tendría el mínimo interés para mí sino fuera porque encuentro gran complicidad con el sentido del humor de Salvador Gutiérrez Solís, que sabe mezclar de manera magistral caricatura con ironía, sazonadas con algo de mala leche, dando como resultado unos relatos divertidos, muy divertidos, que uno lee con una sonrisa dibujada en los labios a la par que disfruta de unos relatos narrados con agilidad y con un excelente saber hacer.
JOSEPH B MACGREGOR
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